La Leyenda del Pincel Gigante

Erase una vez, antes de la historia, un pintor gigante y solitario. Vivía solo entre las estrellas, y no tenía amigos. Su trabajo era de pintar estrellas y planetas, y por eso él

tenía pinturas en todos los colores de la luz. En lugar de nombres como azul, rojo o amarillo, estas pinturas tenían nombres como hierro, silicio, oxígeno y calcio. Sus pinceles eran enormes. El pincel más grande era más largo que la distancia de la Tierra al Sol. Incluso el más pequeño era masivo, más de cincuenta pies de largo. Con estas herramientas, el pintor gigante creaba belleza, pero esto no era suficiente para distraerle de su soledad.


Un cierto momento, el pintor gigante estaba pintando un planeta muy lindo, con mares azules y montañas moradas, desiertos amarillos y campos verdes. Había pintura en todas partes. El pintor tenía pintura marrón en sus manos, porque él estaba pintando la tierra, y la tierra de ese planeta era marrón. Mientras él estaba trabajando, el pintor estaba pensando en su propia vida. Él nunca había tenido un amante, y nunca había tenido amigos. Él nunca había tenido una familia, o un animal doméstico. Sólo tenía sus pinturas. Él empezó a llorar, y cuando se limpió las lágrimas de los ojos, la pintura marrón se mezcló con sus lágrimas, y se cayó a la tierra.


De repente, el pintor tuvo una idea fantástica. Primero, él usó su uña para moldear las lágrimas en su propia forma. Las primeras revertieron a charcos. Entonces, se le ocurió mezclarlas con tierra y arcilla. Siguió haciendolo con cada lágrima marrón que se cayó a la tierra. Finalmente, él agarró su pincel más pequeño, y él empezó a pintar una cara en cada lágrima. Inmediatamente, las figuras cobraron vida. El pintor les llamó humanos, y empezó a jugar con ellos. Por el primer vez en su vida, el pintor no estaba solitario. Sus creaciónes le amaban, y él les amaba. Él les pintó pueblos y casas, y animales para sus deleite. Les pintó vacas y pájaros, caballos y perros. Él sólo quería que no se fueran.


Cuando él jugaba con sus nuevos amigos, el pintor no estaba pintando las estrellas, y los planetas. No fue haciendo su trabajo. Pasó un largo tiempo, y sus jefes se enojaron. Eventualmente, cuando él estaba pintando una calle ancha, uno de sus jefes vino, y le dió una bofetada! El pintor dejó caer su pincel, el pincel más pequeño, al lado de la calle ancha.


Despues de eso, el pintor gigante regresó a su trabajo, pero se olvidó su pincel más pequeño. Una ciudad, que hoy se llama Filadelfia, creció alrededor del pincel. Hoy en día, los humanos mantienen ese pincel en el mismo lugar, al lado de la avenida ancha, que llaman Broad Street, para recordar su amigo, el pintor gigante.

Powtoon: http://youtu.be/zAG7TIt0ZKw

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